PARATOHORMONA, VITAMINA D Y SU RELACIÓN CON EL CALCIO
La hormona paratiroidea (PTH) o paratohormona junto con la vitamina D son los principales reguladores de la homeostasis del calcio, entendiéndose por esto el proceso por el cual se mantiene un nivel adecuado de calcio en sangre o calcemia (10 mg por cada 100 ml de esta).
Estas hormonas son segregadas cuando nos encontramos ante una hipocalcemia (calcio por debajo de los niveles normales en sangre).
La hormona paratiroidea o PTH es segregada por las glándulas paratirodideas, suelen ser cuatro y están adheridas en la parte posterior de la glándula tiroides. Aunque tienen nombre similares son completamente diferentes.
Las principales funciones de la PTH para regular la concentración sérica de calcio son:
- Aumento de la reabsorción renal de calcio.
- Aumento de la conversión de vitamina D en su forma activa para favorecer la absorción de calcio.
- Aumento de la absorción digestiva de calcio.
- Disminución de la excreción urinaria de fosfato para aumentar así su concentración sérica. Tanto el calcio como el fosfato forman parte del sistema óseo (huesos y dientes), estos guardan una estrecha relación directamente proporcional a su concentración. Por ello nuestro organismo tratará de aumentar los niveles de fosfato para así aumentar los de calcio.
- Estimula también la osteoclastogénesis, formación de células óseas que destruyen tejido óseo para liberar el calcio al medio extracelular.
- Inhibe la función de los osteoblastos, células óseas encargadas de la formación de tejido óseo, evitando así la utilización de calcio para otros procesos que no sea la captación de este mineral para el medio extracelular.
Todas estas acciones tratan de aumentar los niveles de calcio en sangre, es decir, de subsanar una situación de hipocalcemia.
La vitamina D
La vitamina D, también se denominada calciferol. Puede obtenerse de la dieta o por la acción de los rayos UV en la piel tras la exposición solar.
La vitamina D de la piel se encuentra en forma de 7- deshidrocolesterol, el cual es transformado a vitamina D3 o calciferol tras la exposición solar. Esta será hidrolizada en el hígado y riñón para obtener la forma activa de la vitamina D (1,25 dihidroxicalciferol).
En la dieta podemos encontrarla principalmente en pescados grasos como el salmón, la sardina, el arenque, la caballa y el aceite de hígado de bacalao. Los huevos, la leche y algunas carnes también contienen pequeñas cantidades de esta vitamina.
La vitamina D de los alimentos la encontramos en forma D2 Y D3.
La principal función de la vitamina D es aumentar la calcemia, cuando los niveles de calcio en sangre bajan mediante las siguientes acciones:
- Aumentando la absorción intestinal de calcio
- Aumentando débilmente la absorción renal de calcio y fosfato
- Sobre el hueso aumenta la actividad de los osteoclastos (células que destruyen tejido óseo para que este pueda pasar a la sangre).
Cuando los niveles de calcemia se han restaurado también actúa de manera indirecta disminuyendo la secreción de la hormona paratiroidea para así favorecer la síntesis de tejido óseo. Es por esto por lo que la vitamina D está implicada en la renovación y recambio del tejido óseo.
La carencia de esta vitamina principalmente afecta a niños en edad de crecimiento provocando malformación ósea, propensión a sufrir caries dentales e incluso puede dar lugar a una enfermedad denominada “Raquitismo” que se manifiesta por un crecimiento anormal y deformado de la mayoría de los huesos del organismo
Estudios recientes han demostrado que un déficit de vitamina D o hipovitaminosis en adultos se asocia a un mayor riesgo de padecer algunas patologías como cáncer, esclerosis múltiple, diabetes tipo 2, inflamación intestinal, hipertensión o enfermedades cardiovasculares. Además de la conocida osteoporosis y osteomalacia.
Por suerte la vitamina D es liposoluble por lo que se almacena en los tejidos grasos del organismo, y no es imprescindible su ingesta diaria, haciendo más difícil que haya una carencia de esta.
Es muy complicado padecer un exceso de esta vitamina o hipervitaminosis. Esta podrá dar lugar a trastornos digestivos que se manifiestan con vómitos, diarrea, daños graves en riñones, hígado y corazón y una importante pérdida del apetito.
El calcio
Las principales fuentes de calcio que podemos encontrar en los alimentos son:
- leche y derivados lácteos
- sésamo
- pescados sobre todo con espina, como sardina
o boquerones
- legumbres, soja
- verduras de hoja verde como el brécol
- algunas frutas como la naranja
Las principales funciones de este mineral son:
- Formación de huesos y dientes
- Favorecer la contracción muscular
- Participar en la coagulación sanguínea
- Es muy importante en la excitabilidad nerviosa
- Participar también en la fecundación y actuar como cofactor enzimático
Recomendaciones diarias de calcio y vitamina D
Las recomendaciones de calcio y vitamina D varían en función de nuestra edad, sexo y estado fisiológico. Adjuntamos una tabla para una mejor comprensión.
Recomendaciones de ingesta diaria de calcio y de vitamina D
| ||
Edad (años)
|
Calcio (mg)
|
Vitamina D (μg)*
|
1-3
|
500
|
5
|
4-8
|
800
|
5
|
9-18
|
1.100-1.300
|
5
|
19-50
|
1.000
|
5
|
51-70
|
1.000-1.200
|
10
|
> 70
|
1.000
|
15
|
Embarazo y lactancia
| ||
14-18
|
1.300
|
5-10
|
19-50
|
1.000
|
5-10
|
Otros reguladores de la calcemia
- Calcitonina: Es una hormona que se sintetiza por las células parafoliculares del tiroides y es segregada cuando los niveles de calcio aumentan (hipercalcemia). Favorece por lo tanto la actividad de los osteoblastos para así mineralizar y sintetizar el hueso, e inhibe la reabsorción renal de calcio y fosfato, favoreciendo la pérdida renal de estos.
Esta hormona se relaciona principalmente con el control del remodelado óseo y no tanto con la regulación de la calcemia. Estudios recientes han demostrado que un exceso de calcitonina no produce hipocalcemia, ni un defecto de esta hormona da lugar a hipercalcemia. Por ello es muy útil en el tratamiento de pacientes que cursan con osteoporosis.
- La hormona del crecimiento: directa o indirectamente, a través del factor de crecimiento insulínico estimula la proliferación de los osteoblastos y la síntesis de la matriz extracelular, favoreciendo así la formación de tejido óseo.
- Los estrógenos favorecen la apoptosis o muerte de los osteoclastos, favoreciendo también la síntesis ósea y la formación de vitamina D activa en el riñón. Es por eso, sumado a diversos factores, que en el periodo de menopausia la carencia de esta hormona pueda favorecer la descalcificación ósea en la mujer.
Por todo ello es necesario el aporte de todos estos micronutrientes en cantidades adecuadas, ya que cada uno tiene una función determinada en nuestro organismo y, por tanto, una relación irremplazable en los diversos procesos metabólicos.
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