TSH Y SU RELACIÓN CON LA HIPÓFISIS,
TIROIDES Y EQUILIBRIO HORMONAL
LA HIPÓFISIS
Se puede considerar la
glándula más importante del organismo pues regula la función de un buen número
de glándulas endocrinas (suprarrenales, ovarios, glándulas mamarias, testículos
y tiroides).
Embriológicamente, se
origina en la parte superior del paladar para, posteriormente, ascender hasta
la parte inferior del cerebro para alojarse en la llamada “silla turca”, una
pequeña cavidad alojada en el hueso, constituyendo la zona más protegida del organismo, es decir, debido a la gran importancia
de la hipófisis tiene “un alojamiento de alta seguridad”.
Es un órgano situado en
la región anterior del cuello, por debajo del cartílago cricoides.
Tiene forma de
mariposa, con dos lóbulos a cada lado de la tráquea y la laringe, unidos por el
istmo. En la edad adulta pesa unos 20 grs y tiene un gran aporte vascular.
Embriológicamente se
forma en la base de la lengua y posteriormente desciende hasta ocupar su
posición en la parte anterior del cuello.
Histológicamente, está
formada por un gran número de folículos cerrados revestidos de unas células
denominadas tirocitos. Al lado de los
tirocitos, hay otras células denominadas células C o parafoliculares,
secretoras de la calcitonina.
En el material
secretado por los tirocitos (coloide) se encuentra una glucoproteína llamada tiroglobulina,
responsable de la formación de las hormonas tiroideas.
La función primaria de
la glándula tiroides es la síntesis y liberación de dos hormonas: triyodotironina y
tiroxina .
Entre las diversas
funciones de las hormonas tiroideas, nos encontramos con:
-
Maduración de diversos tejidos del
organismo, como el del sistema nervioso central, hueso e intestino.
-
En el organismo adulto, el
mantenimiento de todos los tejidos.
-
Funciones relacionadas con la
transformación de nutrientes (metabolismo).
-
Producción de energía y calor.
-
Funciones mentales, cardíacas, respiratorias,
sexuales y reproductivas.
La glándula tiroides,
también segrega la calcitonina
cuyo efecto es la reducción de calcio en la sangre e inhibición de la
reabsorción ósea.
Se podría decir que la
glándula tiroides es un director de
orquesta que consigue la armonía de todos sus miembros, indicando el ritmo al
que deben funcionar.
LA TSH
También llamada
tirotropina. La hormona estimulante del tiroides, secretada en la hipófisis, cuya
nomenclatura abreviada TSH proviene del inglés Thyroid Stimulating Hormone, como su nombre indica es la hormona
que regula la función tiroidea: es el
termostato que activa o desconecta el funcionamiento de la tiroides.
El mecanismo es muy
sencillo pero a la vez de una precisión exquisita:
- Cuando el nivel de las hormonas tiroideas desciende en sangre, la hipófisis lo interpreta y aumenta la producción de TSH que hace que la tiroides produzca mayor cantidad de hormonas tiroideas.
- Cuando el nivel de las hormonas tiroideas es elevado, la hipófisis lo interpreta y disminuye la producción de TSH y la tiroides reduce su actividad produciendo menos niveles de hormonas tiroideas.
- Cuando el nivel de las hormonas tiroideas desciende en sangre, la hipófisis lo interpreta y aumenta la producción de TSH que hace que la tiroides produzca mayor cantidad de hormonas tiroideas.
- Cuando el nivel de las hormonas tiroideas es elevado, la hipófisis lo interpreta y disminuye la producción de TSH y la tiroides reduce su actividad produciendo menos niveles de hormonas tiroideas.
El mecanismo
fisiológico y bioquímico no es tan sencillo.
Este mecanismo lleva a
cabo su función a través del hipotálamo
que se encuentra encima de la hipófisis y unida a ella por medio del tallo
hipofisario y existe un neurotransmisor que estimula la hipófisis a través de
la TRH (Tirotropin Releasing Hormone).
El eje tiroideo es una
muestra de un circuito de retroalimentación endocrino. En este eje hay tres
niveles: hipotálamo, hipófisis y tiroides.
La TRH del hipotálamo
estimula la producción de TSH en la hipófisis y, a su vez, ésta estimula la
síntesis y secreción de las hormonas tiroideas.
El nivel de hormonas
tiroideas en sangre actúa por retroalimentación negativa, inhibiendo la
producción de TRH en el hipotálamo y de TSH en la hipófisis.
El “punto de ajuste” en este eje lo lleva a cabo la TSH. Las células
tirotropas de la hipófisis detectan el nivel en sangre de hormonas tiroideas y
actúan como un comparador, es decir, consideran que la información de nivel
recibida en la hipófisis en representativo
del nivel en los órganos y tejidos del resto del organismo, por lo que no es
necesario que los tejidos periféricos envíen una señal a la hipófisis relativa
a los niveles de T3 y T4.
La TSH se libera de una
forma pulsátil y con un ritmo diario, presentando sus valores máximos por la
noche.
Las funciones de la
TSH:
a) A nivel de tirocito.
-
Aumenta el nivel de expresión de los
receptores de TSH.
-
Aumenta el nivel de secreción de las
células tiroideas.
-
Aumento del número de células
tiroideas.
b) Metabolismo del yoduro.
-
Aumento de la concentración de yoduro
folicular.
- Aumento del flujo sanguíneo a la
tiroides, con el consiguiente aumento de aporte de yodo a la misma.
Un nivel anormalmente
elevado de TSH en sangre indica que la glándula tiroides está fallando y
produciendo hormonas insuficientes (hipotiroidismo
primario).
Un nivel de TSH bajo o
indetectable es indicador de que la glándula tiroides produce un exceso de
hormona tiroidea (hipertiroidismo).
Si el nivel de TSH es
normal o bajo y el nivel de hormonas tiroideas por debajo de lo normal, es
indicador de que el funcionamiento de la glándula hipófisis es anormal (hipotiroidismo secundario).
Este artículo es
meramente informativo, no obstante cualquier consulta o acción debe ser
realizada a criterio de un facultativo especialista.
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